¿Quieres seguir torneando? ¡pues enderézate!

Tornear es toda una experiencia, pero también puede resultar físicamente agotador si no se tiene en cuenta las posturas adecuadas. Ya seas un alfarero experimentado o un principiante, entender la importancia de la ergonomía puede mejorar significativamente tu comodidad, productividad y bienestar general al torno. Porque queremos seguir torneando, ¿verdad?

Aquí algunos consejos y técnicas para cuidar tu postura:

1. Instalando tu espacio de trabajo: asegurate que tu torno esté a una altura adecuada. Lo ideal es que la base del torno esté al nivel de tus caderas o justo debajo de tu cintura. Utiliza un taburete resistente y ajustable que te permita sentarte a una altura en la que tus codos puedan descansar cómodamente en el borde del torno, sin encorvarte ni estirarte. Pon tus herramientas al alcance de tu mano para minimizar el estiramiento o flexión excesivos durante tu trabajo.

2. Postura corporal: mantén tus hombros relajados mientras trabajas al torno. Evita inclinarte hacia adelante, lo que puede dañar tu espalda y hombros con el tiempo. Siéntate distribuyendo tu peso uniformemente sobre el taburete. Tus pies deben estar siempre apoyados en el suelo para mayor estabilidad. Mantén la cabeza en una posición neutral, no inclinada excesivamente hacia adelante o hacia atrás, y así reducir la tensión en los músculos del cuello. ¡Y recuerda respirar!

3. Posicionamiento de manos y brazos: posiciona tus brazos cerca del cuerpo, con los codos apoyados cómodamente en la base del torno. Esta postura ayuda a reducir la tensión en los hombros y las muñecas. Usa la fuerza de tu cuerpo (no solo de las manos) para centrar el barro (así evitas provocar tensión muscular). Sé consciente de las señales de tu cuerpo: realiza pausas periódicas para estirar las manos, brazos y hacer rotación de muñecas, especialmente durante las sesiones más largas.

4. Ajuste del torno y herramientas: ajusta la velocidad de tu torno a un nivel cómodo. Una velocidad excesiva además de la perdida de control, te cansará, mientras que una velocidad demasiado lenta dificultará tu trabajo. Invierte en herramientas ergonómicas,  diseñadas para reducir la tensión en las manos y muñecas. Selecciona herramientas con mangos cómodos, que se ajusten bien a tu mano. 

Conclusión: ¡dar prioridad a la ergonomía  es esencial para mantener tanto tu salud física como tu longevidad creativa! Al adoptar estos principios ergonómicos en tu rutina de torno, puedes mejorar tu comodidad, reducir el riesgo de lesiones y, en última instancia, disfrutar de tu trabajo al torno de manera satisfactoria y sostenible. Recuerda, ¡un alfarero sin dolor de espalda es un alfarero feliz!

¿Te gustaría poner todo eso en práctica mientras aprendes diferentes técnicas al torno? Lo tenemos cubierto: Raúl Mouro (ceramista proveniente de una familia con más de 200 años de tradición alfarera!) te mostrará todos sus trucos (o sea, 200 años trabajando con cerámica impregnados en su ADN… ¿quién sino podria enseñarnos las mejores posturas al torno???).

Más detalles aquí. Feliz buena postura, amigos. Paula